Las despedidas son dificiles

Siempre los son. Las de soltero, más. No solo porque por un día sales de juerga como cuando tenías 20, a media noche te das cuenta de que tienes 30 y estas muerto y al día siguiente recibes una dosis de como te encontrarás a los 70, destrozado. Multiplica esto por mil si la despedida dura tres dias de fin de semana, es como si vieras la saga de regreso al futuro pero al revés, el viernes viajas al pasado remoto, vas a tope, estás pletórico, el sabado vuelves a la universidad te lo pasas genial pero solo si sales tarde y las 4 ó 5 horas que estas de juerga lo das todo para evitar el bajón. El domingo al futuro, movilidad reducida, boca pastosa, toses, hipersensibilidad a la luz solar, piel reseca, dolores localizados, un teaser trailer de la tercera edad. Te visten de capullo, eso sí, pero a los dos minutos se te olvida que lo llevas y hasta le coges el gusto a llevarlo y siempre recordarás la anecdota en la que un tipo confunde tu disfraz con otro personaje. Y luego está esa interacción especial entre los distintos despedidos cuando se encuentran, será porque romper el hielo es fácil ¿ y tú, cuando te casas? y ya es lo más si te encuentras con uno con disfraz compatible... ahí te creces fijo.

Dicho esto, a tus amigos de toda la vida les hace mas ilusión este dia (ó días) que la boda en sí. Quizás porque la despedida corre de su cuenta, la organización es un caos pero la afrontan con muchas ganas y muy mala idea. Parece uno de esos ritos tribales por los que los jóvenes deben pasar para entrar en el mundo de los adultos. Asi que mil gracias por todo chicos y ADIOS SOLTERIA!!!!